Credo Pagano

Saludos, hermanos costaleros de la cofradía de la Santa Mordaza. Hoy voy a… «rezar». Sí, sí, como lo leéis. Iba a escribir algo más ortodoxo, pero los estruendosos tambores y los desagradables agudos de las trompetas justo bajo mi ventana me han impedido concentrarme y me han llevado por otros derroteros. Caiga sobre ellos la furia del Lector desencantado.
Además del ruido, hace días que no se puede aparcar en las calles adyacentes, consagradas para el paso de las procesiones; he contemplado a pocos metros de mí el siniestro espectáculo de niños llevando sobre sus pequeños hombros un trono a su medida con la figura de un hombre torturado; he asistido al circo mediático, la condena y las peticiones de dimisión por la protesta de Rita Maestre hace un lustro en una de las ocho capillas enquistadas en la universidad pública en la que estudiaba; a la concesión de indultos medievales a petición de las hermandades en pleno 2016; escucho a los fariseos que se emocionan con una talla de madera y piden mano dura contra los «invasores», los refugiados que huyen de la guerra y la miseria…
El Credo Pagano
Creo en la superioridad numérica de los cobardes,
tierra en la que florecen las religiones.
Tienen un solo Dios
creador del cieno y de la guerra.
Dios de Dios (no del hombre),
Dios de sí mismo, del oscurantismo.
Dios embustero de dios embustero.
El Vaticano fue engendrado
de la misma naturaleza del Padre
por quien todo el mal fue hecho.
Un Estado criminal,
como el fascismo al que ha sustentado
y del que recibe adoración y gloria:
Mussolini, Hitler y Franco,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El obrero fue fusilado, padeció y fue sepultado
con el obispo sentado
a la derecha del patrón todopoderoso.
Por cada semilla que ha dado buen fruto
ciento por uno han arruinado la cosecha.
Por cada buen misionero
decenas de miles de parásitos.
Dos siglos ganando el pan
con el sudor de su prójimo.
En nombre de las religiones se ha vertido más sangre
que por ninguna otra causa.
La Iglesia ha derramado más lágrimas
de las que ha secado.
Setenta veces siete.
Dejad que los niños se acerquen a mí,
tengo impunidad.
Creo en una Iglesia cleptómana, apostólica y pubiana,
Santa Madre del latrocinio
según las Escrituras
de los bienes públicos inmatriculados a su nombre.
Navega en un arca de oro
que deja una estela de ahogados:
millones de pobres, los desfavorecidos,
los desheredados de la tierra.
Que el hambriento y el sediento
coman y beban de la oración.
Que el peregrino y el desnudo
se cobijen y abriguen con rezos.
Creo que el Opus Dei es a una secta
como la vara de olivo a una rama.
Creo que hoy Jesucristo
tendría el corazón más cerca del Che
o de Marcos, su único hijo,
que de Rouco Varela.
Sería asesinado como Berta Cáceres
y olvidado al tercer día.
Bienaventurados los perseguidos por la Justicia
como Julian Assange o Snowden.
Confieso que no creo en ningún dios,
que no espero el perdón de los pecados,
pues no existe el pecado.
Espero la resurrección de la inteligencia,
la fe en uno mismo y en nuestros hermanos
y la muerte del dogma.
Amén.
Música: El Salmo de los Desheredados, por Mago de Oz. Narrador: Leo Jiménez (Saratoga)
Imagen de cabecera: Eduardo Salles
También te puede interesar:
- La ladrona de Babilonia
- El adoctrinamiento, la Complutense y la Iglesia
- Los santos prepucios
- Moral Cristiana
- Feliz 1984, chicas
- La izquierda, la bandera y el perro de Pauvlov
Estaba justo leyendo un análisis antropológico de las religiones y las ideologías – que prácticamente equipara – cuando he leído tu non-credo. Muy oportuno, otra vez.
Estoy por decir que me recuerdas a veces a Mae West: cuando eres malo, eres mejor.
Agnósticos saludos, con mi agradecimiento por seguir ahí.
Mira que me han llamado cosas desde que comparto lo que escribo, pero nunca me habían comparado con Mae West, ¡jaja!
Gracias, don Vicente (por todo) ; )
¡¡AMÉN!!
Amén Padre Salva
Muy acertado eso del Che. Una verdad como un templo.
¡Aaaagggghhhhh, PENITENCIAGITE!
Non vedere questa blasfemia in prior lectura, quia habede flagelato mias carnes pecatorii, et arrancato meus ullos per a non cogniscere suma grande barbaritat…
La tua conciencia, Salvatore, aconsellada por Espírito Sancto, sem duda guiado me vers questo escriptum. Ego sono qui per persuasio a tua ánima da aeternae damnatio, non avete paura mio fillo, ¡Fray Gorífico sono ici!
Orate treginta veces minimus aquesta oratione con me:
Sanctus Dómine, Canis meus id comedit et puellae nudae mihi placent!
Vostro in Domine Pax, Fray Gorífico ex Tabernae.
Jeje. Su curioso latiñol, páter, me ha recordado a una graciosa tonadilla. Y para más inri, la primera palabra de su comentario, «penitenciagite«, coincide con la primera palabra de la canción.
Que aproveche:
https://www.youtube.com/watch?v=M2xBDBVJYLg&feature=youtu.be
P. D. ¡Y en el primer fotograma sale el personaje de su avatar! Esto es obra de Satán, seguro. Demasiadas casualidades.
Salva, por favor, dime que has leído «El nombre de la rosa», o al menos has visto la película.
Porque si no es así, hasta que lo leas/veas yo te cubro de cosas blancas, redondas y planas que ahí van (sobre todo entre los donostiarras) hasta que le duelan las manos a los sicarios.
¡Jajaja! Sí, sí, no te preocupes. Por un perro galáctico que maté… He visto la película, pero el otro día escuché esto, y me han entrado ganas de leer el libro: A Umberto de Bolonia.
Me ha pasado con tu blog como cuando coges un buen libro y te gusta tanto que nos ves el
momento de dejarlo,entraré muchas veces más si me lo permites y contando que «Dios quiera»porque ese personaje que todo lo puede y todo lo quiere para sí igual se interpone entre mis deseos de leer,pensar,y no callar.jomama
Bienvenido, Jomama. Te puedes quitar la mordaza con nosotros por aquí cuando te apetezca, claro que sí.
¡Un saludo!
Twitter: @vota_y_calla